domingo, 29 de junio de 2008

El dilema...


Qué difícil es estar en el dilema del amor...

A veces quisiera abrir mi corazón y dejar entrar a alguien... enamorarme y entregar todo el sentimiento... pero luego llega el miedo, la incertidumbre, la inseguridad...

Siempre suelo decir que tener una pareja es una complicación porque en cierta parte lo es. Tener pareja implica ya no pensar sólo en mi bienestar, si no en el bienestar de esa otra persona. Implica no sólo hacer tiempo para mí, si no hacer tiempo para nosotros. Un verdadero amor implica dividir mi vida sin que ésta deje de ser mía... pero ¡qué difícil es! De repente todo está bien y llegan los celos, derrepente llega la pregunta de... ¿por qué no ha llamado? o.... ¿donde estará? y más importante aún... ¿con QUIÉN estará? Amar implica hacer sacrificios, vivir con esa incertidumbre que solo se compensa con confianza...

Me pongo a pensar si estaré lista para todo eso.... para compartir mi vida y creer una vez más en el amor. Parte de mí dice que sí... que corra el riesgo pero otra parte me dice que no.

¿Qué hacer? Ese es el dilema.... Creo que solo es cuestión de esperar a esa persona que haga que todas las "complicaciones" valgan la pena...

2 comentarios:

Genius dijo...

Lo que hace difícil el estar solo es que en muchas ocaciones necesitamos esa mano sobre el hombro, ese hombro donde llorar, ese abrazo que sentir y que muchas veces los amigos por su calidad de amigos se les hace más difícil de dar, es tan delgada la línea que separa la amistad del amor, que a veces se rompe el esquema y nos terminamos envolviendo en relaciones un tanto conflictivas, el amor, cuando uno está solo, empieza a hacer falta, cuando la amistad ya no alcanza a cubrir lo necesario...Bendiciones..*"

Wostin dijo...

Alcance tu blog buscando imágenes de cometas, y resulto inevitable prolongar la visita en tus textos.

Este dilema debe ser de los mas antiguos, pero la respuesta sigue sin resultar fácil. Al menos siempre nos quedara la esperanza de creer que en ese momento oportuno, delante de la persona oportuna, sabremos hacer lo necesario... y al parecer así sucede. Creo que lo que tenga que ser, será, pero somos nosotros los que hemos de aplicar el esfuerzo necesario para que pueda ser.

Un abrazo.